GENERALIZAR Y PROFUNDIZAR LA RESISTENCIA
Y CONSTRUIR UNA OFENSIVA POR LA VIDA Y LA DIGNIDAD

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En el marco del Primer Consejo de Sabidurías e Ideas, las y los participantes de este consejo, reunidos en Tzan Siwan, territorio recuperado a los terratenientes, reafirmamos que los gobiernos y los ricos nacionales y extranjeros están llevando a nuestro país a la profundización de la miseria y la pobreza, ahora agravada por la crisis financiera internacional. Para mantener este modelo están reconcentrando tierras, despojándonos de nuestros territorios, para apropiarse de las riquezas de la madre naturaleza e imponer su modelo por medio del aumento de la represión y la militarización.

Ante esta situación, nosotras y nosotros, mujeres y hombres de distintos pueblos, idiomas y comunidades, al igual que otros hermanos y hermanas indígenas que han levantado la lucha en Sudamérica y Chiapas, así como en otros lugares, concluimos que es necesaria la generalización y profundización de la resistencia para lo cual hacemos un llamado más allá de los límites municipales, departamentales y fronteras entre países para profundizar la articulación de nuestras luchas y lograr un nuevo amanecer.

Para ello nos comprometemos y llamamos a nuestras hermanas y hermanos del campo y las ciudades a resistir ante las distintas formas de imposición política y a fortalecer la toma de decisiones, sustentada en nuestros valores, principios de colectividad y nuestra cosmovisión, que es fundamental para contribuir a la construcción de un sistema político alternativo.

Dentro del marco de nuestra lucha por la defensa del territorio y la madre naturaleza, ratificamos la importancia de la construcción del poder local comunitario y popular que nos permita defender nuestra tierras y territorios y fortalecer la lucha y resistencia en contra de la explotación minera y petrolera, las hidroeléctricas, monocultivos y todo aquello que pone en riesgo a la madre naturaleza.

Ante la profundización del empobrecimiento y la explotación por parte de los empresarios, llamamos a las y los trabajadores del campo y las ciudades, a buscar y encontrar nuevas formas de organización y métodos de lucha que permitan la defensa del empleo, condiciones dignas de trabajo y salarios para cubrir las necesidades fundamentales, incluidos los derechos a la alimentación, salud y educación.

Hacemos un llamado a nuestros hermanos campesinos indígenas y no indígenas a recuperar, ocupar, producir, defender la Madre Tierra que significa la vida, la soberanía alimentaria y el futuro de nuestros hijos e hijas. Debemos hacer conciencia y buscar las formas que nos permitan para ahora, y para el futuro, que ni una cuerda ni una manzana más de tierras indígenas y campesinas sea vendida y pase a manos de los ricos nacionales y extranjeros. Llamamos a las autoridades comunitarias y municipales a resistir, defender el territorio y no permitir la venta de tierras a empresas nacionales y extranjeras.

Ante las prácticas con las que están intentando comprar nuestra lucha ofreciendo dinero, abono químico, limosnas o puestos a dirigentes, organizaciones o comunidades, llamamos a levantar nuestra dignidad como personas y pueblos y reafirmar el principio de que la dignidad que tenemos no se puede vender en ningún momento y circunstancia.

Ante la utilización de agroquímicos, semillas y demás productos con que las empresas transnacionales buscan mantenernos en la dependencia y dominación, llamamos a fomentar y recuperar la producción de los cultivos propios de nuestras regiones, recuperar las distintas variedades de semillas propias y a impulsar las formas de producción, en base a nuestros conocimientos, que respeten a la madre tierra y nos permitan romper con la dependencia de las semillas transgénicas, químicos, fertilizantes y el consumo irracional de productos artificialmente elaborados. Debemos propiciar redes populares de producción y comercialización entre nuestras comunidades y con otros sectores comprometidos con el cambio del modelo imperante.

Ante la imposición de las ideas con las que nos quieren dominar utilizando los periódicos, la radio, la televisión y la educación, llamamos a recuperar valores, principios y prácticas como la unidad, la solidaridad, el respeto mutuo y la defensa de la memoria histórica que rompen con la ideología dominante; debemos dar a conocer y educarnos en los conocimientos acumulados que tienen nuestros pueblos a través de largos siglos de lucha y resistencia. Nos corresponde impulsar, entre los distintos pueblos, la articulación de la resistencia cultural frente al bombardeo ideológico del sistema.

Llamamos a nutrirnos de la historia de la lucha de las mujeres y contribuir, hombres y mujeres, a acabar con el machismo y patriarcado, para lograr la justicia y la equidad en la relación entre hombres y mujeres.

Frente a la política de represión, persecución y criminalización con la que las empresas nacionales y extranjeras están tratando de defender e imponer sus intereses, nos comprometemos y llamamos a fortalecer y articular esfuerzos encaminados a defendernos, organizada y combativamente, frente a esta política represiva, militarista y de criminalización.

Nab'e Pixab Noj'b'al, Tzan Siwan

 

Llamamos a todas las personas, pueblos y organizaciones que nos identificamos con la necesidad de profundizar y generalizar la resistencia a articular nuestras luchas, intercambiar nuestras ideas con otras fuerzas afectadas por el modelo y el sistema dominante, para hacer juntos el camino de nuestra liberación, con la finalidad de avanzar en las transformaciones que el país necesita.

Es el momento de ir articulando nuestras luchas, acumular fuerzas y crear condiciones para pasar de la Resistencia a una Ofensiva por la Vida y la Dignidad; para ello proponemos:

a. Comprometernos a desarrollar la economía indígena y campesina que nos permita producir e intercambiar nuestros productos. Para eso, lo primero que se necesita es cambiar la forma en la que está distribuida la tierra, por medio de una reforma agraria profunda que vaya acompañada de asistencia técnica, créditos, capacitación y otras condiciones que apoyen la producción y la comercialización de los y las campesinas. Esta reforma agraria debe respetar y fortalecer la existencia de tierras de comunidades indígenas y el cuidado y relación armónica con la Madre Naturaleza.

Debemos desarrollar una producción orientada al consumo familiar y comunitario, promover el intercambio entre comunidades, impulsar la comercialización directa sin intermediarios, para lo cual necesitamos una forma de organizar la comercialización entre nuestras comunidades, así como recuperar prácticas productivas tradicionales y agroecológicas.
b. Comprometernos a construir un nuevo poder local comunitario y popular que se alimente de la experiencia y cosmovisión de los Pueblos Indígenas y de la lucha e ideas de las mujeres. Para eso, es necesario fortalecer la información y la formación que posibiliten elevar la participación, promoviendo y apoyando de manera especial la participación de las mujeres. Basándonos en nuestra cosmovisión, recuperando la experiencia y formas tradicionales de autoridad, y los sueños de nuestros caídos, debemos transformar todos los espacios de participación y de poder, a nivel comunitario, municipal y nacional para que estén al servicio del pueblo y nunca por encima del pueblo.

c. Comprometernos a construir nuestra propia autonomía para liberarnos de la dominación del sistema de los ricos, su gobierno y sus leyes; para desarrollar nuestra propia forma de organización y de vivir, revalorando nuestra historia, nuestra identidad y nuestros valores de convivencia comunitaria; controlar nuestros medios de vida y producción. Para ello debemos fortalecer nuestra conciencia e identidad y valorar a nuestras autoridades indígenas, recuperar y aplicar las normas de convivencia de nuestros pueblos y las normativas internas de las comunidades.

d. Comprometernos a construir alianzas para avanzar y que permanentemente podamos revisarlas y fortalecerlas, para ello llamamos a personas, grupos, organizaciones, comunidades y pueblos a desarrollar las acciones que nos permitan, basados en la resistencia, sabiduría y memoria de nuestros ancestros, defender la madre tierra, el territorio, la soberanía y la dignidad de los pueblos y las personas. Debido a que enfrentamos un sistema mundial, llamamos a tejer alianzas internacionales y construir la alternativa de la vida a nivel mundial. Convocamos a construir una fuerza que nos permita oponernos a este sistema de muerte e ir construyendo un sistema para los pueblos que se fundamente en la justicia, la convivencia armónica y que valore la vida y la dignidad.

Que nuestros abuelos y abuelas que nos acompañan en este consejo sean testigos de este compromiso y nos ayuden a que nuestros hechos y nuestra práctica sea consecuente con nuestras palabras; que su fuerza nos guíe para que mujeres y hombres también nos vayamos transformando en esta lucha y sigamos el ejemplo y la práctica de nuestros héroes y mártires que nos señalan el camino.

 

Resistir para Vivir - Resistir para Avanzar

Por la Vida, la Tierra y el Territorio
Soberanía y Dignidad de los Pueblos.

Tzan Siwan, Cunén, el Quiché
12 Ajmaq, 14 Pop
17 de abril 2009

Comité de Unidad Campesina:
¡31 años de lucha indígena y campesina por la defensa del territorio,
la soberanía de los pueblos y la dignidad del ser humano!

El día de hoy 11 de marzo de 2009, alrededor de 25 vehículos de las fuerzas de la policía provenientes de Alta Verapaz, Baja Verapaz y otros departamentos. se dirigen a desalojar a las comunidades de San Juan Semucú y Las Pacayas, en Municipio de Panzós.

Estas comunidades habitan desde hace unos 10 años un área declarada como zona núcleo. Existen mesas de negociación con varias comunidades asentadas en el área, en particular con la comunidad Las Pacayas donde hay acuerdos con el gobierno para la búsqueda de alternativas y evitar llegar a medidas como el desalojo que está en marcha. Hay que recordar que el Municipio de Panzós es tristemente célebre por la Masacre de Panzós realizada en 1978 y sobre la cual aún no se ha hecho justicia.

Sin embargo, echándole más leña al fuego e instigados por quienes se dicen defensores de la naturaleza y que únicamente son las fachada para despojar a comunidades campesinas, el gobierno del Sr. Colom accede a impulsar estos desalojos.

Responsabilizamos a la ONG que ha promovido el desalojo y al gobierno de Colom por los hechos que se puedan suceder en estas comunidades y en la región, ante la nueva acción para despojar a las comunidades indígenas de su relación con la madre tierra y contrastan éstas acciones con la lentitud y desatención que el gobierno ha dado a la problemática agracia.

Cabeza Clara, Corazón Solidario y Puño Combativo
de las y los trabajadores del Campo

COMITÉ DE UNIDAD CAMPESINA –CUC–
MIEMBRO DE CNOC, WAQIB’ KEJ, CLOC Y LA VIA CAMPESINA

Organizaciones de la Coordinación y Convergencia Nacional Maya Waqib' Kej, la Asamblea de Pueblos de Occidente y los Consejos Departamentales de San Marco y el K'iche' realizan hoy manifestaciones en todo el país para protestar por las constantes violaciones contra sus derechos indivuales y colectivos como derechos indígenas.

Las manifestaciones se realizan en Huehuetenango, el K'iche', Izabal y en la Ciudad de Guatemala donde el presidente brinde su primer informe anual al Congreso de la República.

Las comunidades indígenas y campesinas se han declarado en defensa de sus territorios contra las amenazas por la presencia de empresas transnacionales y la instalación de minas y hidroeléctricas que dejan en deterioro la naturaleza.

 

Manifestantes ante el Congreso de la República, 14 de enero 2009

 

Foto: Manifestantes ante el Congreso de la República, 14 de enero 2009

En Livingston marchan campesinos de Encuentro Campesino, y han sido ocupados los edificios de CONAP y de CECON.

En Huehuetenango se movilizaron miembros de las organizaciones de la Asamblea Departamental por la Defensa de los Recursos Naturales, el Comité de Unidad Campesina, la Coordinadora Maya Mam y la Asociación de Mujeres Mama Maquín. Más de cuatro mil personas realizaron una manifestación que culmina ante la Gobernación Departamental, donde se entrega una declaración de defensa del territorio al gobernador.

Igualmente, en Santa Cruz del Quiché realizaron una concentración en la entrada a la ciudad, para luego marchar hasta la Gobernaciòn para entregar la declaración de defensa de los territorios indígenas.

También en el Quiché, miles de campesinos han bloqueado el tramo carretero que da acceso a los municipios de Cunén y Uspantan, para protestar contra la construcción de una hidroeléctrica.

Senaida Cosagua (CUC) en conferencia de prensa, 6 de marzo 2009

En este 8 de marzo, el Comité de Unidad Campesina saluda a las mujeres indígenas, campesinas, comerciantes, trabajadoras y profesionales, a las mujeres que en el silencio de su casa trabajan para mantener a sus familias y conforman la columna de la economía del país.

Estamos nuevamente ante la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, sin visualizar avances en las condiciones de vida de las mujeres y las familias guatemaltecas, más bien se vive un retroceso en muchos aspectos de la vida diaria. La corrupción, los malos gobiernos, el narcotráfico, la impunidad, el incremento de la violencia, y la falta de oportunidades, son males sociales que afectan a las grandes mayorías, pero particularmente a las mujeres.

Los gobiernos han dejado los problemas centrales pendientes sin aplicar políticas sociales que contribuyan a eliminar la pobreza, la exclusión y la marginación, y que generen oportunidades para una vida digna para la mujer y el hombre. A lo contrario, estamos viendo la aplicación de programas asistencialistas que no atacan el fondo de la problemática, más bien enfrenta y divide a las comunidades indígenas y campesinas, y que al fondo no es más que un show político de un gobierno que pretende dividir para gobernar y quedar bien ante la opinión pública internacional.

Las mujeres guatemaltecas demandamos una respuesta a las necesidades practicas vinculadas a la condiciones de vida y a la reproducción, pero también a las necesidades estratégicas, como el acceso al trabajo, igual salario por igual trabajo, la propiedad de la tierra, la preparación técnica, el acceso a recursos y la posibilidad de decidir sobre ellos, oportunidades de educación para las niñas, adolescentes y las mujeres adultas.

Ante las amenazas contra nuestras comunidades y territorios que enfrentamos en la actualidad, somos las mujeres indígenas y campesinas las que estamos en frente de la lucha por la defensa de nuestra Madre Naturaleza contra el saqueo por empresas transnacionales bajo protección gubernamental. Las consultas comunitarias evidencian que las mujeres que siempre hemos trabajado por nuestros hogares y nuestras familias ahora hemos asumido el compromiso de la defensa de nuestras comunidades, los elementos naturales de nuestros territorios y la vida de nuestros pueblos.

Con la declaración de las Metas del Milenio, el gobierno de Guatemala asume el compromiso de reducir a la mitad la pobreza y promover la igualdad entre los sexos, y recientemente se realizó en nuestro país una reunión para la revisión del cumplimiento y el avance hacia las metas. Nosotras, desde nuestra cotidianidad guatemalteca, afirmamos que ningún gobierno ha tocado el fondo del tema de nuestros derechos, solamente ha habido declaraciones y argumentos políticos con el fin de quedar bien con la comunidad internacional, pero con buenas intenciones no se reduce la pobreza ni las desigualdades de género.

Por todo lo anterior, la V conferencia de Vía Campesina realizada en Maputo, Mozambique en el 2008 en su declaración final acuerda romper el silencio y lanzar la campaña “Por el fin de la violencia contra las mujeres”, entendiendo que la violencia contra las mujeres no sólo se trata de los asesinatos, el maltrato y las agresiones, sino también de la falta de oportunidades, el no acceso a la tierra y a los medios de producción, las consecuencias de la crisis alimentaria y el cambio climático.

Finalmente, ante la sociedad nacional e internacional, ratificamos nuestro compromiso de luchar por la búsqueda de la igualdad, por la Reforma Agraria y el desarrollo rural integral, la soberanía alimentaria de los pueblos, la defensa de la madre tierra y el territorio, salarios justos en el campo y la ciudad e igualdad de oportunidades para hombres y mujeres.

 

Ante el despojo de nuestra madre tierra y recursos naturales:

¡organización, resistencia y lucha de las mujeres!

Cabeza Clara, Corazón Solidario y Puño Combativo
de las y los trabajadores del Campo

COMITÉ DE UNIDAD CAMPESINA –CUC–
MIEMBRO DE CNOC, WAQIB’ KEJ, CLOC Y LA VIA CAMPESINA

 

El Comité de Unidad Campesina CUC, condena el vil asesinato del Licenciado Armando Donaldo Sánchez Betancourt, ocurrido el día martes 23 del presente mes por varios impactos de bala que le acertaron desconocidos que después del hecho se dieron a la fuga. Esto sucedió a pocas cuadras de su bufete en la ciudad de Coatepeque a esos de las 11:00 horas.

El Licenciado Sánchez era muy conocido por la población de Coatepeque, fue asesor de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas CNOC, y del Comité de Unidad Campesina CUC, asesoró a varios grupos de trabajadores del campo y en la actualidad asesoraba a la Coordinadora de Comerciantes de las calles y avenidas de la ciudad de Coatepeque, en la cual llevaba el caso de la demanda contra la corporación Municipal, por los abusos de autoridad y prepotencia para obligar a los vendedores a trasladarse al Metamercado, donde varios estudios realizados constan que no hay condiciones básicas y de salubridad en el área.

En su calidad de asesor, también realizo denuncias ante varias instituciones del estado sobre la problemática del metamercado y denunció públicamente a los Diputados por el Departamento de Quetzaltenango, por la injerencia en las tomas de decisiones del Alcalde Municipal de Coatepeque y su corporación y porque algunos de ellos están implicados en cuestiones anómalas en la construcción de dicho Metamercado.

El asesinato del Lic. Armando Sánchez sienta un precedente nefasto para la sociedad guatemalteca, pues de esta forma se cierran los espacios para la búsqueda de solución de los conflictos a través del dialogo y la legalidad, privilegiándose la violencia y la represión.


Ante estos hechos demandamos lo siguiente:

Al Ministerio Publico, su pronta investigación de este hecho criminal y otros ocurridos para que no queden en la impunidad.

Al Gobierno central, levantar el estado de prevención, que no garantiza la seguridad ciudadana, al contrario causa terror en la población y se violan los derechos humanos.

Al ministerio de ambiente que agilice la entrega de los estudios realizado sobre la situación del metamercado.

Al Procurador de los Derechos Humanos su pronunciamiento de condena ante este hecho criminal.

Hacemos un llamado a las organizaciones nacionales e internacionales a pronunciarse por este vil hecho y represivo por parte de grupos interesados de desestabilizar el estado de derecho y querer resolver conflictos por la vía violenta.

 

¡A mayor represión, mayor organización!



Cabeza Clara, Corazón Solidario y Puño Combativo
de las y los trabajadores del Campo

COMITÉ DE UNIDAD CAMPESINA –CUC–
MIEMBRO DE CNOC, WAQIB’ KEJ, CLOC Y LA VIA CAMPESINA

A un año del cambio de gobierno, ya queda claro que en Guatemala las cosas no cambiarán si no es por el esfuerzo propio de los Pueblos.

Los grupos de poder que se turnan frente al Estado siguen defendiendo los intereses de un pequeño grupo económico, incumpliendo con su deber constitucional de velar por el bien común de la población.

Los Pueblos indígenas somos testigos de cómo el Estado ha impulsado el saqueo de nuestro territorio por empresas transnacionales que extraen riquezas para el exterior, pero dejan nuestras tierras y recursos naturales en deterioro y nuestros pueblos afectados por la contaminación del ambiente.

La cosmovisión de los Pueblos indígenas nos enseña que el agua, la Madre Tierra y su subsuelo son bienes colectivos de los pueblos, elementos sagrados del universo y nuestras fuentes de vida. Es por eso nos hemos opuesto a los megaproyectos de empresas transnacionales impuestos con complicidad gubernamental. Hemos protestado bajo el marco de legislación nacional e internacional, advirtiendo de las consecuencias de la explotación minera, petrolera y la construcción de grandes hidroeléctricas, para ésta y las próximas generaciones.

Mientras tanto, el gobierno ha optado por la protección de intereses de los poderosos: En San Juan Sacatepéquez, el gobernante declaró estado de excepción y ordenó una ocupación militar del territorio kaqchikel para proteger la cementera de la familia Novella. En Livingston, Izabal, la reivindicación del derecho a la tierra por los q’eqchi’s fue reprimida por fuerzas policiales, quienes asesinaron al campesino Mario Caal Bolón con toda impunidad. Igualmente, con el pretexto de combatir el narcotráfico, se instalan nuevos destacamentos militares en los municipios, los que sirven luego para reprimir protestas sociales.

El Estado guatemalteco ha mostrado ser un estado fallido y obsoleto, dominado por poderes oscuros e incapaz de proteger a sus ciudadanos por su afán de beneficiar a los mismos ricachones de siempre Ante esta situación los pueblos indígenas hemos decidido retomar el camino a nuestra autodeterminación y reconstruir los mecanismos de decisiones comunitarias. Ya se han realizado consultas comunitarias en más de veintidós municipios de Huehuetenango y San Marcos, resultando cada una de ellas en un rechazo rotundo a la presencia de las empresas mineras. Sin embargo, la única respuesta del Estado ha sido la calificación de las consultas como “no vinculantes”.

Manifestamos que las consultas comunitarias es la reivindicación de una democracia participativa construida desde las comunidades, donde se toman en cuenta a todas y todos, ancianos, jóvenes, indígenas y mestizos. No necesitamos leyes para que nuestros pueblos hagan uso de su razón en sus territorios, deliberan entre ellos y toman la decisión que requiera el bien común.


Por lo anteriormente expresado:

  • Reafirmamos que las consultas comunitarias son la expresión legítima de la decisión de los pueblos indígenas y por lo mismo vamos a basar nuestras actuaciones en estas decisiones. Si el Estado no las reconoce, solo seguirá aumentando las condiciones de conflictividad.

  • Exigimos el respeto al territorio, y que no se construyan grandes hidroeléctricas que benefician a un pequeño grupo mientras dejan comunidades desalojadas, con tierras inundadas y sin ningún beneficio. Igualmente rechazamos los proyectos mineros y petroleros que dañan al ambiente.

  • Ante el estado fallido, reivindicamos nuestro derecho a la autodeterminación como pueblos indígenas en nuestros territorios, basándonos en nuestra cosmovisión maya y reconstruyendo la democracia desde nuestra organización comunitaria.

  • Asumimos el compromiso como pueblos indígenas de defender y proteger las riquezas de la Madre Tierra, velando por los bienes colectivos.
  • Rechazamos la política represiva contra las comunidades y la remilitarización del campo en tiempos de paz, bajo pretextos de protección de propiedad privada y combate al narcotráfico, mientras los funcionarios corruptos y delincuentes están tranquilamente en sus casas.

 

¡POR EL DERECHO A LA VIDA!
DEFENDAMOS LA DIGNIDAD, LA MADRE TIERRA Y NUESTRO TERRITORIO



Cabeza Clara, Corazón Solidario y Puño Combativo
de las y los trabajadores del Campo

COMITÉ DE UNIDAD CAMPESINA –CUC–
MIEMBRO DE CNOC, WAQIB’ KEJ, CLOC Y LA VIA CAMPESINA

 

 

El día 3 de diciembre fueron desalojadas 21 familias de la comunidad Q’eqchi’ de Sechochoc, Cobán, Alta Verapaz, por una fuerza policíaco-militar y el Ministerio Público que obedecían a las orientaciones de la supuesta dueña de la finca Campur.

Desde las 10 de la mañana llegaron más de 200 agentes de la Policía Nacional Civil y más de 100 soldados del Ejército de Guatemala quienes ordenados por la Sra. Karin Schleehauf de Casado procedieron a destruir las viviendas de los campesinos y desalojar a hombres, mujeres y niños de la comunidad asentada en las 2 ½ caballerías de tierra.

La orden judicial no indicaba colindancias o mojones ni la ubicación de la finca supuestamente usurpada, sino que el desalojo se hizo únicamente en base de lo que decía la supuesta propietaria. Denunciamos que el Ministerio Público, los jueces y la policía solicitan, ordenan y ejecutan desalojos de comunidades indígenas y campesinas sin verificar la ubicación de las fincas ocupadas e injustamente se dejan llevar por una supuesta propietaria de forma anti técnica y totalmente ilegal.

En este y otros casos anteriores la Policía Nacional Civil no se limita a ejecutar el desalojo sino que procede a destruir las viviendas de los campesinos, lo que no es parte de sus atribuciones. Igualmente, rechazamos la participación del ejército en la ejecución de desalojos a comunidades campesinas en tiempos de paz, siendo esto una violación de los Acuerdos de Paz.

Consideramos que este desalojo fue una medida precipitada y con uso de fuerza desproporcionada: 200 policías y 100 soldados para desalojar a 21 familias campesinas. Asimismo, la orden de desalojo se ejecutó sin esperar la resolución de una cuestión prejudicial que la comunidad campesina planteó en el Juzgado de Primera Instancia Penal de Cobán para conocer el estudio catastral y registral de la Secretaría de Asuntos Agrarios de Chisec y verificar la ubicación, colindancias y mojones de la propiedad.

Denunciamos también que el día de ayer la Sra. Schleehauf, acompañada de dos guardias de seguridad y el administrador, anduvo preguntando por el Asesor Jurídico del CUC, el Lic. Sergio Bel tetón de León, quien durante la diligencia judicial estuvo cuestionando la legalidad de la misma.

Por lo anteriormente expuesto, demandamos:

  • Que el Ministerio Público y jueces, antes de ordenar desalojos, investiguen la situación jurídica de las fincas en coordinación con las instituciones oficiales que tienen que ver con la problemática de la tierra, y no simplemente se deje llevar por acusaciones hechas por supuesto propietarios sin fundamento legal ni técnico.
  • Al Ministerio de Gobernación por la utilización de fuerza desproporcionada para desalojar a comunidades que necesitan tierra para producir.
  • Que el Ministerio de la Defensa se limite a sus funciones y que asuma las recomendaciones del Acuerdo sobre fortalecimiento del poder civil y función del ejército en una sociedad democrática.
  • Que la Secretaría de Asuntos Agrarios asuma su responsabilidad y investigue la situación jurídica de estas tierras.

 

¡Contra los desalojos y la represión: mayor organización!


Cabeza Clara, Corazón Solidario y Puño Combativo
de las y los trabajadores del Campo

COMITÉ DE UNIDAD CAMPESINA –CUC–
MIEMBRO DE CNOC, WAQIB’ KEJ, CLOC Y LA VIA CAMPESINA

 

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