Nosotras y nosotros, las mujeres y hombres campesinos, indígenas y ladinos pobres que unimos los pensamientos, corazones y lucha de cada uno y una, para hacerla una lucha colectiva y organizada que dio paso al nacimiento del Comité de Unidad Campesina, queremos enviar un saludo fraternal a las comunidades, pueblos, organizaciones y personas que a nivel nacional e internacional nos han acompañado en este caminar a largo de treinta y cuatro años.
Hoy nuestra organización cumple un año más de luchas, resistencia, victorias, lecciones aprendidas a lo largo de este proceso en el que nuestra organización ha pasado por distintas etapas y contextos en los cuales hemos buscado ser fieles a la consigna con la que nacimos: tener la cabeza clara para defender y luchar por las necesidades, demandas e intereses de las comunidades indígenas y campesinas, con la claridad que debemos arrancar de raíz la injusticia y el sistema excluyente y explotador; tener el corazón solidario para unir nuestra lucha a la resistencia y lucha de aquellas organizaciones y comunidades que buscamos transformar la realidad de injustica que vivimos en nuestro país y en otros países; tener el puño combativo porque sabemos que enfrentamos a los poderes que nos han querido dominar y ante los cuales mantenemos en alto nuestra dignidad y sabemos que no cabe aflojar la lucha en ningún momento.
Este año 2012 también celebramos la finalización del ciclo del OXLAJUJ BAKTUN (trece baktun) y reafirmamos que la lucha y la movilización popular es el camino que nos permitirá construir una nueva era en nuestro país.
Con ese ánimo y seguridad, juntas a otras organizaciones convocamos, organizamos y realizamos la Marcha Indígena, Campesina y Popular. Nos motivó a realizar esta movilización el que ha pasado un año de los desalojos en el Polochic y ninguna respuesta se ha dado a las comunidades desalojadas; pero también a que este gobierno que ha venido profundizando el proceso de militarización que se viene desarrollando desde el gobierno de la UNE, tiene que escuchar la voz y sentir de miles de comunidades a lo largo y ancho del país que hemos dicho NO a los desalojos y la criminalización, NO a la minería, hidroeléctricas, monocultivos y demás megaproyectos, NO a los nuevos despojos de tierra y SI a la Vida, SIa la tierra para las y los campesinos y SI a la Defensa de la Madre Naturaleza.
La Marcha Indígena, Campesina y Popular nos demostró que a lo largo y ancho del país muchas comunidades y organizaciones están diciendo YA BASTA de tanta injusticia, de hacerse de oídos sordos a nuestros clamor y nuestras demandas; que ha llegado la hora de que las organizaciones, comunidades y personas consecuentes con la lucha y los intereses populares superemos la fragmentación y marchemos juntos como lo hicimos a lo largo de 214 kilómetros, enfrentando dificultades y cansancio, escuchando las distintas voces que nacen de las cuatro esquinas de nuestro país, uniendo nuestra fuerza y pensamiento y teniendo claro nuestros objetivos y demandas. La Marcha también nos sirvió para poder ver mejor cuál es el lado en el que están las organizaciones, comunidades y personas.
La Marcha nos demostró que sí podemos unir demandas diversas y locales y convertirlas en un clamor nacional, que ya no podemos seguir esperando más porque nos han dejado esperando por generaciones; que la lucha es el único camino que tenemos para que nuestra voz se escuche y que en nuestras manos y en la potencia de nuestra fuerza organizada está, la necesidad de comenzar a construir un nuevo ciclo en el nuevo baktun que iniciará a finales de este año.
Ahora que empezamos un año más de lucha, hemos querido iniciarlo junto a nuestros hermanos y hermanas de la Comunidad Indígena Xinca de Santa María Xalapán porque además de que nos unen luchas comunes, tenemos la seguridad que es el tiempo de los Pueblos Originarios y es el tiempo de continuar marchando juntos, todas y todos aquellos que queremos una Guatemala construida a partir del reconocimiento a la diversidad, la dignidad y la justicia.
Por tal razón hacemos un llamado a quienes participaron en la Marcha Indígena, Campesina y Popular, a quienes apoyaron y dieron su aporte para que esa marcha fuera posible, a quienes siguieron nuestros pasos con esperanza renovada y su corazón marchó junto a nosotras y nosotros, aunque estuvieran a muchos kilómetros de distancia, a todas y todos los que marchamos juntos, a que unamos nuestras voces y pensamientos para mantener la cabeza clara, juntemos nuestros corazones solidarios y levantemos el puño combativo para enfrentar la injusticia y la opresión.
Que todas y todos nos levantemos y hagamos posible un Nuevo Amanecer.
Comité de Unidad Campesina –CUC-.
Cabeza Clara, Corazón Solidario y Puño Combativo
De las y Los trabadores del Campo.
Ixim uleu Jun Tz’i
Guatemala 15 de abril de 2012