Condenamos y expresamos nuestro repudio total por el brutal y vil asesinato del Guía Espiritual Maya Q’eqchí Domingo Choc Ché, quien el pasado 06 de junio fue asesinado quemándolo vivo en el municipio de San Luis, departamento de Petén al norte de Guatemala.
Este crimen pone en evidencia el peso e influencia de las posiciones religiosas fanáticas, intolerantes y conservadoras que llegan a calificar los conocimientos ancestrales como brujería y a considerar que impunemente se puede atentar contra la vida de una persona. Pero también pone en evidencia a un sistema donde se ha normalizado el poco valor que tienen las vidas humanas y el desprecio hacia la diversidad manifestada en los Pueblos Originarios y Afrodescendientes. Por eso reafirmamos que es un crimen fruto del fanatismo, el racismo estructural y la intolerancia, males que atentan contra la vida y los derechos mayormente a los pueblos indígenas, visión que coincide con las posiciones retrógradas y conservadoras que se expresan en distintas partes del mundo.
Lamentamos que este tipo de hechos se repitan a lo largo de la historia contra el pueblo Maya y guías espirituales que luchan por preservar, mantener y trasladar todo el conocimiento ancestral de nuestros pueblos.