El 8 de agosto, en el marco del Día Nacional e Internacional de los Pueblos Indígenas, organizaciones indígenas y campesinas de Guatemala realizaron manifestaciones, protestas y plantones en las vías de tránsito, ante las empresas mineras, y autoridades del estado. En el Occidente, Noroeste, Nororiente y el Oriente, los campesinos se unieron en la lucha contra el alto costo de vida, contra la represión en el campo, y en defensa de la Madre Naturaleza. El Comité de Unidad Campesina –CUC- participó en la coordinación de las manifestaciones a través de la Convergencia Nacional Maya Waqib’ Kej. En esta entrevista, el coordinador general del CUC, Daniel Pascual, hace una valoración de los resultados. |
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¿Qué importancia tuvieron las manifestaciones el 8 de agosto? "Algo muy positivo es que hubo una participación amplia y diversa entre organizaciones de carácter nacional y organizaciones regionales o locales. Fue una buena experiencia actuar juntas entre las organizaciones nacionales de Waqib’ Kej y organizaciones como Encuentro Campesino de Livingston, las comunidades de San Juan Sacatepéquez y organizaciones desarrolladas alrededor de las consultas comunitarias sobre minería, como la Asamblea Departamental de Huehuetenango. Logramos coordinar las acciones, porque compartimos las mismas luchas. Para conmemorar el Día de los Pueblos Indígenas consensuamos tres temas, que son los temas que más le preocupan a la gente en el área rural. Primero, el rechazo a la explotación minera y un respaldo a las consultas comunitarias. Segundo, la demanda que cese la criminalización del movimiento campesino. Y tercero, una protesta ante el alto costo de la vida y los alimentos básicos." ¿Qué se esperaba lograr con las manifestaciones? "El objetivo era hacer del Día de los Pueblos Indígenas un día de denuncia de las violaciones de nuestros derechos, y al mismo tiempo fue una prueba de nuestra articulación organizativa. Esto se logró, porque fijamos los tres temas en el debate público, y con las movilizaciones coordinadas mostramos nuestra capacidad de actuar junto entre las organizaciones. Estas son movilizaciones que pueden dar pie a las próximas movilizaciones, más masivas y articuladas todavía, porque los temas no están resueltos.” |
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¿Por qué no se buscó una reunión con el gobierno? "Sabemos que lo que no se logra con un día de movilización es que se suspenda la represión contra el movimiento indígena y campesino, o que se suspenda la explotación minera. Se ve claro que el interés del gobierno no es atender a las demandas populares. La decisión de no manifestar el mero día 9 de agosto no era sólo porque era día inhábil, sino para no coincidir con las actividades oficiales y el nombramiento del embajador de los pueblos indígenas por el presidente. Lo que quisimos evitar es una situación donde cada quién busca concretar su paquete particular con el gobierno, y hace acuerdos por su cuenta para oxigenarse como organización, pero sin resolver los temas de fondo. Acuerdos del gobierno no pueden parar el movimiento, cualquier tipo de movimiento, organización local o nacional. ¿Cómo vamos a parar, si sigue la explotación minera, si sigue la represión y la persecución penal contra el movimiento, si sigue tan alto el costo de la vida? Si en 20 municipios en Huehuetenango y otras más de San Marcos han dicho un NO rotundo a la explotación minera, no podemos decir lo contrario a las consultas comunitarias." |