El 29 de mayo de 1978, hace 45 años, campesinos y campesinas Q’eqchi’ decidieron, mediante una caminata y concentración, demandar acceso a la tierra al alcalde de Panzós, Alta Verapaz. Ante la presencia de mujeres, hombres, niños y niñas frente a la municipalidad de Panzós, el ejército de Guatemala respondió masacrando alrededor de cien personas, entre ellas, Adelina Caal Maquin, más conocida como Mamá Maquín, por el liderazgo que ejercía en la lucha del pueblo Q’eqchi’.
A 45 años de la Masacre de Panzós, los responsables siguen libres e impunes y la situación que se vivía en esos tiempos se mantiene. Miles de familias Q’eqchi’ no tienen tierra o no cuentan con certeza jurídica, mientras finqueros y terratenientes acaparan y despojan las tierras que históricamente han pertenecido al pueblo Q’eqchi’.
A 27 años de la firma de los acuerdos de paz, el Estado de Guatemala, sigue violentando los derechos humanos, marginando, oprimiendo, reprimiendo y despojando a los pueblos originarios de sus territorios. Lejos de presentar soluciones a la conflictividad agraria, por el contrario, ha desmantelado y desvirtuado las instituciones creadas en el marco de los Acuerdo de Paz, por ejemplo, secretaria de Asuntos Agrarios (SAA), COOPREDH, entre otras. Ante esto, manifestamos nuestra preocupación por el cierre de los espacios y la implementación de una agenda regresiva y antidemocrática.
Por tanto, denunciamos los diferentes despojos que ha sido sometido el pueblo Q’eqchi’, por terratenientes, finqueros y empresas extractivas y monocultivos, demandamos el cumplimiento de los Acuerdo de Paz, específicamente el Acuerdo de Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria.
Exigimos al Estado que cumpla su función de garantizar a la niñez su derecho a la identidad, es intolerable que no quieran registrar en el RENAP a niños por que sus padres no tienen un titulo sobre la tierra que habitan. Es un acto de discriminación contra el pueblo Q’eqchi’ al no registrar y reconocer a las autoridades ancestrales de las comunidades que se encuentra en la lucha por la defensa de la madre tierra y el territorio.
Exigimos el cese de los desalojos violentos, criminalización, represión y las órdenes de captura en contra de las comunidades, lideres, lideresas, defensores y defensoras de derechos humanos, que se encuentran en resistencia, en proceso de recuperación y defensa de la madre tierra que ancestralmente ha pertenecido al pueblo Q’eqchi’.
Exigimos la libertad para los presos políticos que defienden derechos y territorios.
Exigimos que no se sigan imponiendo e implementando un modelo de desarrollo extractivista que acaba con todas las formas de vida en nuestros territorios (minerías, hidroeléctricas, palma aceitera y otros mono cultivos).
Reafirmamos en esta fecha que seguiremos exigiendo justicia por nuestras y nuestros héroes y mártires, hermanos y hermanas, abuelos y abuelas que derramaron su sangre en la búsqueda de justicia por el acceso a la tierra.
Hoy los hijos, hijas, nietos, bisnietos y tataranietos de los que fueron masacrados hace 45 años venimos a exigir justicia por las violaciones de derechos humanos cometidos por el Estado de Guatemala, para que no se repitan los mismos hechos con las generaciones actuales.
Hacemos el llamado a la población en general, a organizarse en contra del sistema capitalista, neoliberal, patriarcal, racista y corrupto.
AUTORIDADES INDIGENAS CAMPESINAS ANCESTRALES, COMITÉ DE UNIDAD CAMPESINA (CUC), FUNDACION GUILLERMO TORRIELLO (FGT), UNION NACIONAL DE MUJERES GUATEMALTECAS (UNAMG), EQUIPO DE ESTUDIOS COMUNITARIOS Y ACCION PSICOSOCIAL (ECAP), COMITÉ DE VICTIMAS (AVIHDESMI), (MTM), ABUELAS DE SEPUR SARCO Y FESTIVALES SOLIDARIOS.