El Comité de Unidad Campesina –CUC-, en el día internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer, ratificamos nuestro compromiso y aporte a la construcción de una vida libre de violencia para las mujeres.
En nuestro país, es un sueño que las autoridades de las distintas instituciones asuman con claridad y compromiso político la situación de violencia contra las mujeres en todas sus manifestaciones, la vida de las mujeres sigue sin importar y sin ser valorada.
A partir de la pandemia del covid-19 se incrementaron hechos de violencia contras las mujeres, en un primer momento el confinamiento y las restricciones fueron la perfecta situación para que las tensiones provocadas por el encierro, la falta de recursos económicos y el cierre de posibilidades laborales convirtieran a las mujeres, niñas y niños en víctimas de violencia. Pasada la pandemia, se dio un recargo de responsabilidades que debían asumir las mujeres, enfrentando la educación, la salud y la sobrevivencia de las familias empobrecidas, indígenas y campesinas.
Así también, en los últimos meses hay un incremento considerable de niñas convertidas a madres en la primera mitad del año 2022, el Observatorio de Salud Sexual Reproductiva (Osar) determinó que más de 35 mil niñas y adolescentes guatemaltecas se han convertido en madres.
Las condiciones de vida para mujeres que tienen a cargo sus hogares se han complejizado por el alza de precios de la canasta básica, se puede identificar que en todas las actividades económicas el salario para el hombre es mayor al salario que perciben las mujeres cuando existe una relación laboral, pero en la mayoría de los casos, las mujeres realizan trabajo por cuenta propia y lo que logran ganar producto de su esfuerzo, es mínimo. El trabajo de cuidado no es reconocido, ni mucho menos considerado con valor alguno.
La exclusión y racismo han generado diversas formas de violencia y discriminación estructural, legal e institucional, con mayor afectación en mujeres indígenas, particularmente en aquellas que viven en zonas rurales. En instituciones que tienen como finalidad la atención y acompañamiento a mujeres en la defensa de sus derechos humanos, estás enfrentan racismo y discriminación, siendo no atendidas de acuerdo a su cultura e idioma, re victimizándolas, teniendo como resultado el abandono de las denuncias interpuestas, además, de los gastos a los que tienen incurrir dado que las instituciones están en la cabecera departamental en la mayoría de los casos.
El patriarcado, el machismo y el racismo, no reconocen el papel histórico de las mujeres indígenas y campesinas en la recuperación de saberes ancestrales que permitan el cuidado y recuperación de la madre tierra, defensa del territorio, el agua y los elementos de la naturaleza. Los desalojos violentos afectan con mayor crudeza a las mujeres, situación que expresa un alto grado de vulnerabilidad jurídica al que las mujeres están expuestas y como resultado de las expresiones de violencia económica, patrimonial y psicológica hacia el ejercicio pleno de sus derechos sobre la tierra.
Expresamos nuestra solidaridad con juezas y fiscales del Ministerio Publico encarceladas y/o obligadas al exilio por hacer justicia.
En el marco de la Conmemoración del día Internacional de la erradicación de la violencia contra las mujeres, exigimos:
- No a los desalojos en comunidades indígenas y campesinas que luchan por la recuperación de la Madre Tierra y defensa del territorio.
- No a la persecución penal y encarcelamiento de defensoras de la tierra, el territorio y la vida. Libertad a las y los presos políticos
- No al alto costo de la vida.
- Atención en nuestros idiomas y con respeto a nuestras costumbres
- No a la utilización de las mujeres en la campaña electoral
- La aprobación de la iniciativa de Ley 5452 –LeyDem- Ley de Desarrollo Económico de las Mujeres.
Por la vida de las mujeres, no más violencia…
Por una vida libre de violencia, mujeres indígenas y campesinas en lucha permanente
Iximulew, 25 de noviembre 2022
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