El 31 de enero de 1980, las fuerzas represivas del gobierno de turno recibieron órdenes de incendiar las instalaciones de la Embajada de España en Guatemala, luego de que esta había sido tomada pacíficamente por dirigentes campesinos del Occidente del país, acompañados por estudiantes de la Universidad de San Carlos de Guatemala -USAC-, pobladores y cristianos comprometidos con el respeto de los Derechos Humanos, para denunciar los crímenes contra la humanidad que eran cometidos por el ejército de Guatemala en contra de comunidades indígenas del norte del Quiché.
Como resultado de esta masacre perpetrada por las fuerzas de seguridad del Estado, 37 compañeros y compañeras fueron vilmente calcinados en el interior de la Embajada, únicamente salvaron su vida el Embajador de España, Máximo Cajal y el campesino Gregorio Yujá, quien al siguiente día fue secuestrado del hospital donde era tratado por graves quemaduras y su cadáver con señales de tortura fue lanzado frente a la Rectoría de la Universidad de San Carlos.
A 34 años de ocurrido este crimen de lesa humanidad por parte de las fuerzas represivas del Estado, seguimos condenando esta barbarie y la impunidad que aún impera sobre este hecho, asimismo, reafirmamos nuestro compromiso por la verdad y la justicia y hacer prevalecer el Estado de Derecho para todos los ciudadanos y ciudadanas.
Los familiares de las víctimas y organizaciones civiles reafirmamos dignificar y mantener viva la memoria de campesinos, campesinas, estudiantes, sindicalistas, catequistas, mujeres y dirigentes comunitarios que se atrevieron a denunciar valientemente los crímenes que eran cometidos por el ejército de Guatemala en contra de población civil durante los años más vergonzosos de la guerra sucia. Los guatemaltecos y guatemaltecas exigimos al Ministerio Público y Organismo Judicial responsables de perseguir e impartir justicia, hacer prevalecer la verdad de este horrendo crimen y juzgar a los implicados desde el más alto mando hasta los responsables de conducir el operativo policial que consumó el delito. Exigimos la captura internacional de los implicados que aún siguen prófugos de la justicia y para quienes ya están ligados a proceso, como Pedro García Arredondo, la aplicación de todo el peso de la ley.
La justicia es fundamental para que estos crímenes no se vuelvan a repetir, por lo que instamos a los jueces y magistrados a actuar apegados a derecho y abandonar intereses políticos mezquinos que solo conducen a fomentar la impunidad, la violencia, la polarización social y la anarquía. Asimismo hacemos un llamado a los distintos movimientos sociales, organizaciones, sindicatos, defensores y defensoras de derechos humanos, cooperación nacional e internacional, a continuar la lucha por la justicia, ya que a lo largo de estos años hemos dado lecciones de vida y perdón, pilares fundamentales para construir la paz y la reconciliación nacional.
Honramos y rendimos homenaje a la memoria de nuestros hermanos y hermanas caídos en la masacre de la Embajada de España en Guatemala exigimos justicia ¡¡No más impunidad!!
Comité de Unidad Campesina, CUC
Fundación Rigoberta Menchú Tum, FRMT
Asociación Familiares de Detenidos, Desaparecidos de Guatemala, FAMDEGUA
Coordinación y Convergencia Nacional Maya, Waqib’ Kej
Iximulew, Wuqub’ Kame/ 31 de enero de 2014.