Los perros guardianes de los megaproyectos

 

Simona Yagenova y Sandino Asturias, III Asamblea de la Marcha Indígena, Campesina y Popular

Los actos represivos que el gobierno de Otto Pérez Molina ha implementado en el Norte del Quiché, en Barillas, Huehuetenango, contra los estudiantes de las escuelas normales y más recientemente contra el pueblo de Totonicapán obedecen a las relaciones de poder entre el sector privado guatemalteco, empresas transnacionales y los militares.

 

 

De acuerdo con Sandino Asturias estas relaciones son evidentes en la militarización de los territorios, especialmente donde se tienen planificado la instalación de hidroeléctricas, proyectos mineros, petrolíferos y de monocultivos. El gobierno militar que hoy tenemos y el ejército siguen siendo los “perros guardianes de la oligarquía”.

 

Asturias añade que algunos militares se han convertido en socios de los proyectos oligárquicos, por eso no es raro que algunos nombres de exmilitares aparezcan en las cúpulas empresariales, sin embargo siguenjugando su papel de perros guardianes.

 

Las anteriores afirmaciones sustentan en gran medida el motivo por el cual los gobiernos de Álvaro Arzú, Alfonso Portillo, Oscar Berger, Álvaro Colom y Otto Pérez Molina han desobedecido el Acuerdo de Paz que replanteaba el modelo del ejercito de Guatemala y se han dado a la tarea de mantener débil a la institución policial (PNC) que debería ser

la única que brinde servicio de seguridad ciudadana.

 

A estas expresiones se suman las de la socióloga Simona Yagenova, quién afirma que la estrategia de represión y criminalización que el gobierno y el sector privado está aplicando en contra de los pueblos indígenas y de ladinos pobres es muy peligroso, porque siembra terror en la población y desvirtúa lo que se había ganado en cuanto a la democracia y la libertad de expresión, después de la firma de los Acuerdos de Paz.

 

¿Existe una clara militarización del país? Sin duda alguna, pero esta militarización es más marcada en los pueblos indígenas o de ladinos pobres, donde operan o están por operar empresas mineras, hidroeléctricas, petroleras y enormes plantaciones de monocultivos, y no están en los puntos fronterizos ciegos, donde hay presencia del crimen organizado y narcotráfico.

 

María Josefa Macz, sub-coordinadora del Comité de Unidad Campesina –CUC- coincide con lo expresado por Sandino y Yagenova al decir que, en efecto, “el Gobierno y los militares solo cuidan el pellejo de los empresarios y sus intereses económicos”.

 

El argumento que utilizan es que es necesaria la presencia policial o militar en los territorios indígenas o de campesinos por la violencia registrada en ellos, pero vemos con gran preocupación que donde el Gobierno ha instalado brigadas e incluso destacamentos militares son territorios que registran menos violencia y delincuencia que el resto del país, afirmó Macz.

 

¿Pero qué hacer contra esta estrategia de represión y criminalización en contra de los pueblos indígenas y campesinos que luchan por la defensa de la Madre Tierra, el Territorio y la vida humana? Uno de los primeros pasos es no dejarse manipular por políticas perversas del Gobierno y la Oligarquía, y el otro es fortalecer la organización, porque como dice nuestra consigna: “A mayor represión…Mayor organización”.

María Josefa Macz, CUC.
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