El 29 de mayo de 1,978, 53 campesinos y campesinas q´eqchies que exigían acceso a la tierra fueron masacrados por el ejército guatemalteco frente a la municipalidad de Panzós, Alta Verapaz. Entre 700 a 1,500 personas se habían reunido frente a la municipalidad para abordar la tenencia de la tierra con Walter Overdick García quien fungía como alcalde municipal en ese año.
Las y los campesinos pedían que se les fuera devuelta varias fincas que Flavio Monzón, anterior alcalde municipal, les quitó con artimañas y con el apoyo del Instituto de Transformación Agraria (INTA). Sin embargo los soldados que custodiaban el palacio municipal accionaron sus armas matando a más de medio centenar de los pobladores.
Entre ellos fue asesinada Adelina Caal, más conocida como Mamá Maquin, una de las lideresas más reconocidas de la región por su poder de convocatoria y su trabajo comunal realizado. Como reconocimiento a su lucha el Comité de Unidad Campesina CUC ha nombrado región Mamá Maquin a su oficina que trabaja en el área de las Verapaces.
Este 29 de mayo de 2011 se cumplen 33 años de la masacre de Panzós. Hasta esta fecha ninguno de los responsables ha sido sentenciado. El caso sigue impune. Tampoco se ha resarcido a los familiares de las víctimas. Por el contrario en la actualidad se corre el riesgo de que un acontecimiento similar ocurra en Panzós.
En los últimos dos meses han sido asesinados dos campesinos, se trata de Antonio Beb y Oscar Reyes. También fueron heridos con bombas lacrimógenas, balas y culatazos de armas de fuego 17 campesinos y campesinas que se habían posesionado de 14 fincas baldías ubicadas en el Valle del Polochic.
Los dos acontecimientos ocurrieron con una diferencia de 33 años, sin embargo las causas y los actores son los mismos. Por el lado de los victimarios los actores son los terratenientes y empresarios ahora como hace más de tres décadas el gobierno y las autoridades locales les brindan apoyo. O simplemente han comprado su voluntad.
El gobernante de ese entonces acusó que Eugenio Laugerud, acusó a las y los campesinos de invadir tierras ajenas con el adoctrinamiento de un movimiento guerrillero. El presidente Álvaro Colon por su parte acusó a organizaciones indígenas y campesinas de radicales y de aconsejar a las familias campesinas para invadir tierras privadas. Y cerró todo tipo de diálogo con el movimiento campesino guatemalteco.
El acceso a la tierra y el despojo de la misma por terratenientes continúa y son los descendientes de Flavio Monzón y los Widmann los principales violadores de los derechos humanos de las y los campesinos.
Como organización indígena y campesina conocedora de las atrocidades que los terratenientes en complicidad con los gobiernos han cometido en contra de familias campesinas q´eqchies de Panzós exigimos justicia a favor de las víctimas.
Exigimos al Estado resarcimiento psicológico y económico a las familias de las victimas de la masacre de Pnazós y de la familia de Antonio Beb y Oscar Reyes, asesinados recientemente.
Exigimos a los tres organismos de estado atender la histórica demanda de acceso a la tierra de las comunidades campesinas de Panzós.
A la población en general y a las organizaciones indígenas, campesinas y defensores de derechos humanos a demandar respeto a los derechos humanos de las y los campesinos de Panzós y a exigir castigo a los responsables tanto de la masacre en 1978 como de los asesinatos y desalojos violentos recientes en el Valle del Polochic para que estos hechos no queden impunes.
¡Exigimos justicia para las y los caídos en la lucha por el acceso a la tierra en Panzós!
Comité de Unidad Campesina -CUC-
Cabeza clara, corazón solidario y puño combativo de las y los trabajadores del campo.
Miembro de la CLOC-Vía Campesina y la Convergencia Nacional Maya Waqib´Kej