Pueblos indígenas de Sololá y Quiché rechazaron la reglamentación
de las consultas en los Encuentros, Sololá.
Pueblos indígenas y campesinos realizaron más de 15 bloqueos de las principales carreteras del país y entradas de algunos municipios, en rechazo de la reglamentación a las consultas comunitarias de buena fe que está impulsando el gobierno; la criminalización y represión de las comunidades en defensa de la Madre Tierra y el territorio y los desalojos violentos que está haciendo el gobierno en beneficio de empresarios y terratenientes en diversos puntos del país y principalmente en el Valle del Polochic, Alta Verapaz.
Las demandas de la población indígena y campesina hacia el gobierno fueron: respeto a más de 50 consultas comunitarias de buena fe, realizadas en igual número de comunidades a nivel nacional; cumplir con las medidas cautelares sobre la minería en Guatemala emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y solución a la deuda agraria en base a la propuesta hecha por las organizaciones campesinas al sistema nacional de diálogo.
Algunos de los bloqueos se realizaron en: Cocales del municipio de Patulul, Suchitepequez; Naranjales de Colotenango, Huehuetenango; La Virgen en Tecún Uman, San Marcos; Coatepeque, Quetzaltenango; Santa Cruz del Quiché; El Entronque de Cunen, Quiché; Los Encuentros, Sololá y Cubilguitz, Coban, Alta Verapaz, entre otros puntos.
La dirigencia del Comité de Unidad Campesina –CUC- mencionó que estas acciones son la única forma en que los pueblos indígenas y campesinos pueden expresar su descontento con las políticas neoliberales del actual gobierno, ya que el 17 de marzo, el mismo Organismo Ejecutivo bloqueó todo tipo de diálogo con las organizaciones indígenas y campesinas durante los desalojos violentos llevados a cabo en el Valle del Polochic.
Al respecto, lideres comunitarios de Quiché y Sololá dijeron que la lucha y resistencia que hoy iniciaron, continuará hasta que el gobierno desista de reglamentar las consultas comunitarias, que deje de perseguir y criminalizar su lucha y en definitiva, deje de impulsar su política energética y minera que sólo trae beneficio a los empresarios y afecta a los pueblos indígenas y campesinos.
Los resultados de estas prácticas neoliberales del gobierno y las empresas son evidentes porque en donde hay minería, hidroeléctricas, petroleras y siembra de monocultivos, como palma africana y caña de azúcar, hay conflictividad social, contaminación de los recursos hídricos, enfermedades, despojo de tierras comunitarias, desalojos violentos y criminalización y persecución de lideresas y líderes indígenas y campesinos, aseguraron los dirigentes campesinos.