LA MADRE TIERRA NO SE COMPRA, NI SE VENDE
SE RECUPERA Y SE DEFIENDE
Declaración de la Treceava Asamblea
del Comité de Unidad Campesina
Delegadas y delegados provenientes de las regiones que conforman el Comité de Unidad Campesina, a nivel nacional, nos reunimos en Panzós, Alta Verapaz y con el ejemplo combativo de nuestros héroes y mártires que regaron su sangre el 29 de mayo de 1978, en la Masacre de Panzós, luchando por la sagrada tierra, así como todas y todos los hermanos que antes y después de esa fecha dieron su vida en la lucha por la tierra y la defensa del territorio, realizamos nuestra 13va Asamblea General del 27 al 29 de noviembre.
Celebramos nuestra asamblea en este territorio Q’eqchi’, porque Panzós es un símbolo y santuario de la lucha por la tierra y ejemplo de resistencia que los pueblos indígenas hemos librado, ante el despojo que vivimos en la actualidad y que hunde sus raíces en la colonia, la entrega de enormes extensiones de tierras a ricos nacionales y extranjeros a finales del siglo diez y nueve y, más recientemente, ante el despojo y destrucción que empresas cañeras, de palma aceitera y otras realizan contra nuestros pueblos.
Es en este territorio donde se vive con crudeza el enfrentamiento que realizan las familias más ricas de Guatemala que históricamente tratan de imponer su voluntad comprando a jueces, alcaldes, gobernadores y diversos funcionarios, utilizando a sicarios, policías privadas y fuerzas de seguridad, impulsando desalojos violentos en contra comunidades indígenas y campesinas que tenemos nuestra dignidad, memoria histórica y organización para defender nuestros derechos y a la Madre Tierra. Rememoramos los desalojos de las casi 800 familias que en el año 2011 fueron expulsadas violentamente, pasando encima de la ley y los compromisos que el Estado de Guatemala está obligado a cumplir. Esa misma situación se ha vivido con las decenas de desalojos que se realizaron en los años siguientes y hasta la actualidad.
En esta región, finqueros y empresarios han mantenido una serie de irregularidades sobre la propiedad de la tierra y por esa razón se han asociado para defender su supuesto “derecho de propiedad privada”, por encima del derecho a la tierra y el territorio que tenemos las comunidades indígenas y que se encuentra reconocido en la constitución y en los tratados y convenios firmados por el Estado de Guatemala. Los herederos de los invasores, utilizan al Ministerio Público para perseguir a los liderazgos comunitarios; impulsan campañas en nuestra contra en los medios de comunicación y tienen a jueces corruptos que con rapidez responde a los finqueros, pero que no aceptan o le dan largas a nuestros planteamientos, a pesar de que se encuentran en ley. Por esa misma razón, aunque en el año 2005 se creó el Registro de Información Catastral -RIC, han pasado diez y nueve años y aún no se realiza el catastro en los municipios de Alta Verapaz, favoreciendo a quienes en la actualidad continúan el despojo que se inició con la colonia.
Son esos intereses los que sostienen al pacto de corruptos y que no han dejado de conspirar y seguirán impulsando sus planes para arrebatarle al Pueblo de Guatemala su decisión y voluntad expresada en las urnas durante las elecciones del 2023. Por eso hacemos un llamado a nuestras comunidades, organizaciones populares y sociales, a las autoridades ancestrales, pobladores de la ciudad, estudiantes y trabajadoras y trabajadores en general a estar alertas, retomar las coordinaciones y movilizarnos cuando sea necesario para defender nuestros derechos y garantías e impedir los planes golpistas de los corruptos que serán más agresivos a partir de la toma de posesión del nuevo presidente de Estados Unidos.
Reiteramos el llamado que hicimos en muchas ocasiones de que la Fiscal General debe ser destituida, junto a todos aquellos operadores de injustica que defienden los intereses de los sectores minoritarios que despojan a los pueblos y exprimen hasta el cansancio a las y los trabajadores y para quienes la corrupción es un instrumento para imponer sus intereses.
Si el actual gobierno quiere finalizar su período y dejar un legado en la historia de nuestro país, son necesarias acciones más decididas que lleguen pronta y directamente a las poblaciones empobrecidas, marginadas y excluidas. Las necesidades son muchas y se han ido acumulando durante 70 años de abandono de los gobiernos de derecha y las expectativas son muy altas para estar deteniéndose por moderamientos innecesarios ante sectores que no están dispuestos a ceder ni un milímetro de sus intereses.
Saludamos la firma del Acuerdo Agrario firmado en febrero de este año, pero consideramos que es necesario acelerar su cumplimiento para que el diálogo y los documentos firmados no se conviertan en una frustración más. Por eso demandamos que los funcionarios de gobierno, a todo nivel, cumplan sin tardanzas ni obstáculos con los compromisos asumidos por el Presidente Arévalo. De la misma manera, demandamos del partido de gobierno coherencia con los compromisos que asumieron con la ciudadanía y consecuencia con los valores que dicen defender.
Durante nuestra Asamblea General, analizamos la situación de la lucha por la tierra y defensa del territorio y concluimos que permaneceremos en los territorios que nos pertenecen ancestralmente; seguiremos respaldando la lucha por la defensa y cuidado de la Madre Tierra, la protección de los bienes comunes de la vida y en contra del extractivismo. Exigimos que se retomen la aprobación de las leyes agrarias que fueron planteadas desde los Acuerdos de Paz y que empresarios y finqueros se han encargado de tirarlas al olvido. No es posible que en el siglo veintiuno aún se considere que el derecho a la tierra es un delito y que esas necesidades se pretendan resolver a través de persecución, juicios y condenas injustas y en contra de los derechos de las y los campesinos; por ello, exigimos que se avance en el establecimiento de instituciones y legislación agraria que respondan a la necesidad de tierra esté en manos campesinas para trabajarla y cuidarla.
También abordamos la necesidad de impulsar la economía indígena y campesina que aporta productos para la alimentación y consumo de las familias guatemaltecas, genera cientos de miles de puestos de trabajo, impuestos y aporte a la economía nacional y sin embargo, se encuentra invisibilizada, sin reconocimiento ni apoyo. Es necesario que produzcamos agroecológicamente lo que consumimos, sin uso de transgénicos, ni agrotóxicos, prioricemos nuestras necesidades, intercambiemos nuestros productos por medio de mercados indígenas y campesinos y nuestros propios mecanismos de comercialización. Demandamos del gobierno inversión efectiva en el campo y apoyo a la producción campesina.
Decidimos fortalecer y hacer crecer a nuestra organización, promover una mayor participación y mejor organización de la juventud y la niñez, impulsando el intercambio intergeneracional, la formación y la consolidación de nuestras estructuras.
Nuestras acciones y luchas van encaminadas a la construcción de una vida digna, respetando a la Madre Tierra, a los bienes naturales de la vida, los derechos individuales y colectivos de los pueblos indígenas y la población campesina; el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia; al reconocimiento de su papel como sujetas políticas de derechos, respetando las voces y condiciones diversas para alcanzar el sueño del BUEN VIVIR.
Finalmente, este 29 de noviembre, Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino proclamado por la Asamblea de Naciones Unidas en 1977, queremos expresar nuestra solidaridad con la lucha y resistencia del Pueblo Palestino y expresar nuestro repudio ante el genocidio que está sufriendo en estos días.
Cabeza Clara, Corazón Solidario y Puño Combativo
de las y los Trabajadores del Campo
Panzós, Alta Verapaz
= Imox
29 de noviembre de 2024.
Para descargar la declaración de la 13a. Asamblea Nacional del Comité de Unidad Campesina CUC, dar click aquí...
@cucguatemala Declaración Final de la 13a. Asamblea Nacional del Comité de Unidad Campesina CUC
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