A 80 años de la histórica Revolución del 20 de octubre de 1944, el Comité de Unidad Campesina -CUC-, se une a la conmemoración de este suceso que se nutrió de las luchas históricas por la justicia, la libertad y la democracia en Guatemala. Este día recordamos las movilizaciones lideradas por estudiantes, trabajadores y campesinos que pusieron fin a una dictadura de más de una década y que dio paso a un período de transformaciones económicas, sociales y políticas en nuestro país.
Uno de los principales logros fue la Ley de Reforma Agraria que posibilitó comenzar a responder a una deuda histórica hacia las comunidades indígenas y campesinas, permitiendo que decenas de miles de familias campesinas tuvieran acceso a la tierra. Asimismo, las medidas para posibilitar la autonomía e independencia económica de Estados Unidos. La Revolución de Octubre, también trajo consigo importantes conquistas: el reconocimiento de los derechos laborales, la libertad de prensa y la autonomía universitaria y el seguro social, entre otros. Normativas legales como el Código de Trabajo posibilitaron, por primera vez que se reconocieran los derechos laborales y otros importantes logros más.
Sin embargo, el golpe de Estado de 1954 financiado, organizado y dirigido por Estados Unidos, significó el inicio de una larga noche de represión e injusticia que aún subsiste en Guatemala. Se devolvió la tierra a los terratenientes y desde entonces han usado el fantasma de la Reforma Agraria para mantener la injusta distribución de la tierra. Se prohibió a sangre y fuego toda organización popular, se profundizó la dependencia de Estados Unidos y, entre otras medidas regresivas, se asentó una visión conservadora y de extrema derecha interrumpiendo este proceso transformador e iniciando décadas de represión, desigualdad y violencia que aún persisten.
Los desalojos que se han desarrollado meses anteriores, son una muestra que la injusta estructura social y concentración de la tierra en pocas manos siguen dejando su huella en la actualidad. Los asesinatos recientes de luchadores y defensores de los derechos humanos, las dinámicas que refuerzan el racismo, la marginación y exclusión, son acciones que inaceptables en un gobierno que manifiesta defender los derechos humanos.
Hoy, más que nunca, recordamos a quienes lucharon por la justicia social en 1944 y los años posteriores, renovamos nuestro compromiso con la construcción de un país donde se respeten los derechos de los pueblos originarios, las comunidades campesinas y la clase trabajadora. En esta fecha histórica, reafirmamos nuestra lucha por una Guatemala inclusiva, justa y solidaria, libre de las desigualdades que aún nos afectan.
Al rememorar esta fecha reafirmamos que, en nuestro país, se hace necesaria una profunda transformación del Estado y el modelo social que prevalece en nuestro país; demandamos que se retomen y profundicen los ideales de justicia y equidad que impulsaron la Revolución de Octubre y llamamos a la unidad de todos los sectores populares y sociales para seguir defendiendo el derecho a la tierra, a la soberanía alimentaria y al respeto de los derechos y cosmovisión de los Pueblos Originarios. Porque la memoria de nuestros héroes y mártires sigue viva en nuestras acciones diarias y sus sueños de una Guatemala justa, digna y democrática continúan siendo nuestra guía.
Cabeza Clara, Corazón Solidario y Puño Combativo
de las y los Trabajadores del Campo
Comité de Unidad Campesina
CUC
20 de octubre de 2024
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