Inicia juicio por 37 ciudadanos guatemaltecos masacrados en 1980

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Después de 34 años da inicio el juicio por la masacre de la embajada de España en Guatemala donde fueron quemadas 37 personas, entre ellas campesinos, diplomáticos, exfuncionarios de gobierno y estudiantes de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Estas personas exigían al gobierno detener la ola de violencia en el departamento de El Quiché, así como mejorar las condiciones laborales en las fincas.

 

El único acusado por este caso es Pedro García Arredondo quién fungía como jefe del Comando Seis de la Policía Nacional en ese entonces, porque los otros acusados como  Fernando Lucas García, quién fungía como presidente de Guatemala en esa época ya murió.

Hoy, en el inicio de este juicio, como ya es costumbre de cualquier acusado, García Arredondo se declaró inocente ante el Tribunal de Mayor Riesgo B y frente a los familiares de las personas masacradas que se hicieron presentes a dicho tribunal.

No obstante, para entorpecer el proceso, el señor Ricardo Méndez Ruiz de la Fundación Contra el Terrorismo solicitó al juez, añadirse como querellante adhesivo de este proceso, pero el juez sensatamente le ordenó participar en la audiencia únicamente como oyente entre el público presente.

Después de este inesperado acontecimiento continuó la intervención del abogado Moisés Galindo, el mismo que defendió al genocida Ríos Montt, aduciendo que García Arredondo es inocente y que los culpables de esa masacre fueron las misma personas que murieron calcinadas en el interior de esa sede diplomática.

Antes del receso rindió declaración la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, hija de Vicente Menchú, uno de los líderes indígenas y campesinos que perdió la vida en la embajada de España. Rigoberta dijo “no ha pasado ni un solo instante en que tenga que recordar ese lamentable escenario”. 

Por su parte Sebastián López, hermano del líder campesino Mateo López Calvo, quién también fue asesinado en la embajada de España expresó: “esperamos que se haga justicia pues mi hermano junto con otros comunitarios del departamento del Quiché vinieron a la capital, en enero de 1980 a demandar paz, pero encontraron la muerte”.

En el receso de la audiencia se pudo observar la presencia de los actuales dirigentes del Comité de Unidad Campesina CUC solidarizándose con los familiares de los ciudadanos asesinados el 31 de enero de 1980 en el interior de la antigua embajada de España en Guatemala ya que la mayoría de los líderes campesinos estaban organizados en está histórica organización.