Nuevo año maya: nuevas estrategias y luchas en defensa de la madre tierra y nuestros territorios

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Las organizaciones indígenas y campesinas, miembros de la Coordinación y Convergencia Maya Waqib´Kej, entre ellas el Comité de Unidad Campesina CUC, recibimos el año nuevo maya en uno de los muchos lugares sagrados de Momostenango, Totonicapán.

 

Nos reunimos para ver llegar al abuelo sol, quién desde las cinco con 30 minutos de la mañana anunció el nuevo día, el nuevo año, nos iluminó vitalizando nuestra mente y cuerpo con sus rayos de luz. Mientras nuestros guías espirituales nos explicaban que el día Noj simboliza el movimiento del cielo y la tierra, poder de inteligencia o sabiduría; y entre otros significados era el día propicio para pedir claridad y decisiones justas.

Este año maya que iniciamos es de suma importancia porque de acuerdo al pensamiento de nuestros abuelos es un periodo para planificar y poner en práctica nuestra filosofía como pueblos indígenas y ladinos pobres que vivimos en las áreas rurales.

También es un año propicio para fortalecer y unificar la lucha en defensa de la Madre Tierra, y nuestros territorios que se ven amenazados por la minería, las hidroeléctricas, los monocultivos y la extracción de petróleo entre otras prácticas de explotación que hace el sector empresaria e industrial nacional y transnacional.

Ahora estamos de cara al final del Oxlajuj B´aqtun que termina el 21 de diciembre, y el inicio de un nuevo B´aqtun o nueva era cuya cuenta larga es de 5 mil 200 años y en cuyo periodo descansa la esperanza de los pueblos originarios, principalmente el maya de que traerá nuevas energías y equilibrio para que la humanidad pueda convivir con la naturaleza y la valore como parte fundamental de la vida.